Saturday, February 19, 2011

México y los Estados Unidos necesitan construir un esquema de responsabilidad compartida en 2011

México y los Estados Unidos necesitan construir un esquema de responsabilidad compartida, de mayor cooperación y de confianza mutua, para mejorar la seguridad en la frontera en el 2011.La realidad es que desde diciembre de 2006, cuando inició la presidencia de Felipe Calderón, se han contabilizado por lo menos unas 30,000 muertes, sin que hayan disminuido la delincuencia ni la violencia en México.Lo dijo Alejandro Díaz Bautista, investigador nacional del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), quien agregó que es el gobierno de Estados Unidos quien elevó al máximo rango de prioridad la amenaza del narcotráfico en México, ante el riesgo de un contagio a lo largo de su propia frontera con México en 2011.Ya que se piensa que la situación en la frontera con México implicaría una respuesta militar estadounidense, al igual que considera que la delincuencia organizada es una "insurgencia" y ve una potencial amenaza de toma del gobierno por personas corruptas.Indicó que el gobierno de los Estados Unidos elevó a categoría uno el problema de la narcoviolencia en México, además que se cree que las capacidades militares y policiales en este país son inadecuadas para combatir a las organizaciones del tráfico de drogas y contener la violencia en el país. El colocar en Estados Unidos al narcotráfico mexicano como un problema de categoría uno se debe, al potencial de contagio de la narcoviolencia que priva en el norte de nuestro país y que alcanzaría a los estados de California, Arizona, Texas y Nuevo México.Hay que recordar que el subsecretario de la Defensa Estadounidense Joseph W. Westphal, bosquejó a la delincuencia organizada como una insurgencia que busca hacerse con el poder en México. Westphal dijo estar preocupado por un escenario en el cual sea necesario desplegar al ejército estadounidense a lo largo de la frontera con nuestro país o, incluso, "a través de ella".En septiembre del año pasado, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, señaló que los cárteles de la droga se estaban volviendo una amenaza semejante a una "insurgencia" en México, que controlan ciertos territorios y que México se parece cada vez más a la Colombia de hace 20 años y por tanto se requiere algo equivalente al Plan Colombia para enfrentarlo (el cual incluyó el envío de militares estadounidenses a esa nación). Al día siguiente, el presidente Obama aclaró que México no se puede comparar con Colombia, mientras otros funcionarios intentaron matizar las declaraciones de Clinton.Antes de este incidente, el Departamento de Defensa también ha generado controversias por sus evaluaciones de México, como su informe sobre asuntos estratégicos a largo plazo, publicado en 2008, que desató un debate bilateral sobre si México podría volverse un "Estado fracasado o fallido". En ese informe se alertó que el creciente asalto de los cárteles sobre el gobierno mexicano genera preocupación sobre "un México inestable", y cómo ello representaría un problema de seguridad nacional de "proporciones inmensas" para Estados Unidos.Por su parte, el gobierno de México rechazó de manera categórica las afirmaciones del subsecretario del Ejército de Estados Unidos, Joseph W. Westphal, pues precisó que en el combate al crimen organizado transnacional se trabaja con esa nación sobre la base de la responsabilidad compartida y el respeto mutuo. El secretario de Gobernación, José Francisco Blake Mora, señaló que las afirmaciones formuladas por el subsecretario del Ejército de Estados Unidos, Joseph W. Westphal, están "totalmente fuera de lugar" e indicó que continúa la coordinación y el trabajo con autoridades de Estados Unidos en el combate al crimen.Mientras que la secretaria de Relaciones Exteriores (SRE), Patricia Espinosa, señaló que ante el penoso incidente en el que el subsecretario del Ejército norteamericano Joseph W. Westphal tuvo que corregir sus declaraciones sobre México, los funcionarios no deben emitir opiniones cuando desconocen los hechos.También está la preocupación en Estados Unidos por que el grupo terrorista Al-Qaeda establezca una alianza con el cártel de Los Zetas para, desde México, llevar a cabo ataques contra Estados Unidos.La eventualidad de una alianza criminal entre Al-Qaeda y Los Zetas fue mencionada por la Secretaria de Seguridad Interior, Janet Napolitano en respuesta a una pregunta que le formuló uno de los legisladores del Comité de Seguridad Interior.Un integrante de la Cámara de Representantes inquirió sobre la posibilidad de que grupos terroristas aprovechen las bien establecidas redes de distribución de drogas, en la frontera norte de México, para atacar objetivos en Estados Unidos."Desde hace tiempo hemos estado pensado qué pasaría si Al-Qaeda se uniera con Los Zetas, uno de los cárteles de la droga, y simplemente lo dejo ahí", reveló Janet Napolitano, Secretaria de Seguridad Interior del gobierno de Obama en una audiencia del Congreso federal.
El Sol de Tijuana, 17 de febrero de 2011, Sonia Garcia Ochoa.